Stockholm (Suecia, parte 1)




























En la fotografía muchas veces no hay tiempo para pensar, solo confiar en las posibilidades del automatismo mental. 
Me sucede habitualmente, que por las razones que impone un viaje, estoy atrapado en un ritmo de hacer capturas únicas, porque es muy probable que jamás vuelva a pasar por el mismo lugar. Si no hago la captura, no tendré otra oportunidad. Esto es un desafío y debo estar siempre preparado para los continuos cambios de ángulos y la configuración de la cámara. En mis comienzos en la fotografía, esto me producía estrés, luego con los años se conviertió en una obsesiva concentración con rasgos de autismo. Marcus Populus.

Entradas populares de este blog